Salidas: 3:00 horas y retorno al día siguiente a las 17:00-18:00 horas.

Primer día:

3.00 am.-Recojo del hotel. Saldremos de Arequipa en dirección de la Reserva Nacional de Aguada Blanca y Salinas, hasta el pueblo de Sibayo donde desayunamos y continuamos hasta llegar a  la laguna de Samacota, parada intermedia hacia el pueblo de Tisco. En este lugar almorzaremos.

Una vez llegada Choqolaqa, ascenderemos hacia una pequeña montaña donde encontramos el bosque de piedras más grande de todo el Perú que nos trasporta a una realidad distinta dándonos la impresión de estar en otro planeta. El guía nos comentara sobre las leyendas que se tejen en torno a este mágico lugar. Aprovecharemos de pasear u disfrutar de este paisaje único. Retornaremos a Tisco para visitar la Iglesia y continuaremos nuestro viaje al pueblo de Chivay.

Cena y pernocte.

Segundo día:

Para poder ver el vuelo del cóndor, hay que madrugar, debido a que a esta hora las corrientes de aire permiten que pueda planear. Por esta razón el viaje empieza luego del desayuno, a las 6.00 horas.

Nos dirigimos hacia el mirador de la Cruz del Cóndor, donde observaremos el espectacular vuelo de los cóndores y la profundidad del Cañón del Colca. Tras este espectáculo único en el mundo, nos dirigiremos hacia otro mirador, la cruz del cura. Por la cercanía y los paisajes, se sugiere hacer este recorrido a pie. Tras esta experiencia única, retornaremos al pueblo de Chivay haciendo paradas por diferentes sitios de interés, como son los miradores de Choquetico o Antahuilque, que nos permitirán observar la andenería de la zona. Así mismo observaremos las tumbas colgantes y lito-maquetas del lugar. Tras estos paisajes nos dirigiremos hacia el Geiser de Pinchollo (infiernillo) donde apreciaremos la fuerza natural de estas descompresiones de agua termal.

Almorzaremos en las inmediaciones del pueblo de Chivay, antes de comenzar el viaje de retorno hacia la ciudad de Arequipa.

En el camino pararemos por Patapampa o mirador de los volcanes, y la reserva de Pampa cañahuas para a preciar a las vicuñas en estado salvaje.